LA OCTAVA DE
TRABAJO 3
Por: Maurice
Nicoll
Mediante una
correcta valoración el Trabajo llega a ser emocional.
Un hombre, una
mujer, deben empezar a ver por sí
mismos la verdad del Trabajo.
¿Por qué?
Porque de otro
modo este no llega a ser emocional.
Esto es, no
toca el centro emocional.
Si no se lo
hace, permanece meramente en la memoria externa de la parte formatoria del
centro intelectual.
Es una memoria
desprendida, que no afecta nuestra vida.
Es una memoria
comparable, digamos, a recordar las fechas de las batallas en la historia.
No es aún parte
de uno mismo.
Ahora bien, se
dice a veces que uno de los objetos supremos del Trabajo es el de despertar el
centro emocional.
¿Qué significa despertar el centro emocional?
Tal como somos,
el centro emocional está en muy mal estado.
Es
"impuro".
Hablemos de
esta impureza.
Ninguna persona
que ha empezado a dar el sonido de la nota Re del Trabajo en su vida —esto es, que aplica sinceramente las
ideas del Trabajo a si misma por medio de la observacion de si— puede negar el
gran poder de las emociones negativas.
El centro
emocional es impuro, ante todo, debido a la terrible masa de emociones
negativas que nos gobiernan y al mismo tiempo a toda la humanidad.
Les recuerdo
otra vez lo que el Trabajo dice —que no son los deseos de sexo o de poder los
que gobiernan al mundo, sino las emociones negativas—.
Y esto se
aplica a cada uno de nosotros.
Nos han
enseñado que el centro emocional nació en nosotros libre de su parte negativa.
Pero por haber
nacido entre gentes dormidas, todas profundamente dormidas bajo el poder de las
emociones negativas, adquirimos al poco tiempo una parte negativa del centro
emocional, que se acrecienta cada vez más.
Esta es, pues,
una de las impurezas que
afectan este centro, que si trabaja correctamente nos provee de lo que
carecemos y nos procura una fuente interior de fuerza para cuya explicación
carezco de palabras.
Tal como es,
tenemos una maravillosa fuente interior de emociones negativas y desdichas.
Asi el trabajo
—el trabajo verdadero, practico y arduo— contra las emociones negativas, que
consiste en no identificarse con ellas, no ceder a ellas, no dejarse llevar por
ellas, no creer, en ellas, separar el sentimiento de "yo" de ellas
—es necesario—.
Ahora bien, es
imposible pasar de la nota Mi a
la Nota Fa en la octava de Trabajo creyendo en las emociones negativas.
Solo la
comprensión de la verdad del Trabajo posibilita pasar de Mi a Fa —esto es, nos ayuda a hacerlo—.
Vemos mediante
el estudio de si que las emociones negativas siempre mienten y pervierten la
verdad.
Toman las cosas
como desean.
Las emociones
negativas deforman todo.
Deforman,
retuercen, niegan, aborrecen —porque en el fondo todas las emociones negativas
llevan al odio y la violencia y asi al temor.
Odio, violencia
y temor forman una típica triada de fuerzas en la que cada una depende de las
otras.
De resultas de
esta distorsión producida por las emociones negativas en nosotros, se originan
varias formas de mentira.
Y además es
necesario comprender que nadie puede pasar de la nota Mi a la nota Fa a
menos de conocer como se miente y de haber observado la mentira en si mismo.
Hay muchas
formas de mentiras a las que se refiere el Trabajo.
Una de ellas, y
una que es comparativamente inocua, es escribir o decir algo que ha sucedido de
tal manera que lo hace ver a uno mejor de lo que es.
Pero hay formas
malvadas de mentira que surgen de estados negativos profundamente arraigados,
que no se reconocen por estar cubiertos con nubes de auto-justificación.
Si no se las
reconoce solo se puede hacer sonar Mi muy
débilmente.
Es no conocerse
a si mismo y, como sucede a menudo, es negarse absolutamente a ampliar la
conciencia de si que incluye dicha mentira.
A veces esto se
debe a alguna imagen de si extraordinariamente satisfactoria, en la que una
persona se ve justa y honorable, impidiéndole que se produzca el necesario
acrecentamiento de conciencia, que solo se logra sacrificando la propia
vanidad.
A este respecto
cabe recordar que cada vez que decimos "yo" en realidad estamos
mintiendo.
¿que
"yo"?
Por mucho
tiempo todos decimos "yo" con tanto énfasis y confianza, como si el
"yo" real controlase todo lo que hacemos y decimos y pensamos y
sentimos.
Pero si hacemos
sonar eventualmente un fuerte Mi,
tales ilusiones ya no tienen más poder.
En suma, hemos
de aceptar, soportar lo que somos, que es la única manera de aceptar y soportar
a los otros en el Trabajo.
Retornando a la
cuestión de la impureza del centro emocional —hay otra impureza que el senor
Ouspensky explicó mejor al referirse a ella en "Tertium Organum".
Dare las
siguientes citas y luego dejaré la cuestión abierta al debate, haciendo
hincapié en la observacion: "Es imposible conocer por medio de emociones impuras".
El senor
Ouspensky escribió: "Las emociones impuras dan un conocimiento oscuro, no puro, asi como un espejo impuro da
una imagen confusa.
La emoción pura
da una imagen clara, pura de lo
que se quiere conocer.
Esta es la única
decisión que se puede tomar.
Llegar a esta conclusión nos salva del error común
a los moralistas que dividen arbitrariamente toda emoción en "moral" e "inmoral".
Pero si
tratamos de separar la emoción de sus acostumbrados marcos morales, entonces vemos que la cuestión es
considerablemente más sencilla,
que no hay en su naturaleza emociones
puras, ni tampoco impuras en su
naturaleza, sino que cada emocion es pura o impura segun haya o no en
ella admixtiones de otras emociones.
Puede haber
pura sensualidad, la sensualidad del "cantar de los cantares" que se inicia en la sensación de la vida
cósmica y nos concede el poder de oír latir el pulso de la naturaleza.
Y puede haber
sensualidad impura, mezclada con otras emociones buenas o malas desde un punto de vista moral pero
que ensucian igualmente el sentimiento fundamental.
Puede haber
simpatía pura, y tambien simpatía mezclada con cálculo para recibir algo en
cambio de la simpatía.
Puede haber
puro amor al conocimiento, sed de conocimiento por amor al conocimiento, y
puede haber inclinación al conocimiento en la cual la consideración de utilidad o provecho tiene máxima
importancia.
"En su
manifestación exterior las emociones puras e impuras suelen diferir muy poco.
Dos hombres
estan jugando al ajedrez, actúan exteriormente de una manera muy similar, pero
en uno arde el amor de si, el deseo de victoria, y está lleno de diversos
deseos desagradables hacia su rival —-temor, envidia de una hábil jugada,
resentimiento, celos, animosidad, o añagazas para ganar, mientras que el otro
se contenta simplemente con resolver un complejo problema matemático que esta
ante él, sin pensar en absoluto en su rival.
La emoción del
primer hombre será impura, por estar muy mezclada.
La emoción del
segundo será pura.
El significado
de esto es, desde luego, perfectamente claro.
"Ejemplos
de una similar división de emociones exteriormente son similares se suelen ver
constantemente en las actividades estéticas, literarias, científicas, públicas
y hasta en las espirituales y religiosas.
En todos los
terrenos de esta actividad solo una victoria completa sobre los elementos
seudo-personales lleva a un hombre a una correcta comprensión del mundo y de si
mismo.
Todas las
emociones coloreadas por tales auto-elementos
se asemejan a lentes cóncavas, convexas o de curva imperfecta que
reflejan incorrectamente los rayos luminosos y deforman la imagen del mundo.
"Por lo
tanto el problema del conocimiento emocional consiste en una preparación
correspondiente de las emociones que sirven como órganos de conocimiento.
'Sed como
pequenos niños...' y 'Bienaventurados son los puros de corazón....'.
En estas
palabras evangélicas se expresa ante todo la idea de la purificación de las
emociones.
Es imposible
conocer por medio de emociones impuras.
Por ir tanto,
en el interés de una correcta comprension del mundo y del si, el hombre ha de
emprender la purificación y la elevación de sus emociones.
Maurice Nicoll
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