LA OCTAVA DE
TRABAJO 2
Por: Maurice
Nicoll
Nos han
enseñado que una octava ascendente se
inicia con el Do Pasivo.
La Octava de
Trabajo no se inicia con el trabajo sino con la valoración.
No se inicia,
por ejemplo, con la creencia de poder hacer y todas las consecuencias que
surgen de esa ilusión.
Creer que se
puede hacer —creer, por ejemplo, que se puede mudar facilmente el propio Ser y
llegar a ser diferente y comportarse diferentemente si se desea —es creer desde
el Do Activo.
¿Qué significa
tomar el Do Pasivo como punto
de partida?
Algunas
personas suelen creer que pueden hacer cualquier cosa por la fuerza.
Creen que
pueden obligar a la gente a creer en Dios mediante medidas violentas y el temor
a las consecuencias.
Esto es empezar
desde el Do Activo.
Es empezar
desde una actitud, equivocada.
Comenzar desde
el Do Pasivo es una cosa por
entero diferente.
Es del mayor
interés estudiar en distintos momentos cual es el significado de empezar
siempre desde el Do Activo y
del continuo fracaso por no haber empezado correctamente.
Como se dijo,
la Octava-Trabajo no empieza con el hacer sino con el valorar.
Puesto que es
una octava ascendente debe comenzar con el Do Pasivo —porque todas las octavas ascendentes se inician en el Do Pasivo—
En este caso,
entonces, la valoración del Trabajo ha de constituir un Do Pasivo.
Ahora bien,
toda nuestra actitud hacia una cosa que se valora es muy diferente de la que
tenemos hacia las cosas que no valoramos.
Es decir, en
cada caso el estado psicologico es muy diferente.
Hemos de
comprender que un estado psicologico equivocado resulta tan real como abrir una
puerta con una llave que no le corresponde.
La valoración
del Trabajo es el estado psicologico correcto con el cual se debe empezar.
Por medio de la
valoración una cosa llega a ser preciosa para nosotros.
Mediante la
valoración presta atencion a una cosa y se la recuerda.
Mediante la
valoración se tiene la suficiente paciencia para descubrir más cosas acerca de
lo que nos interesa.
Mediante la
valoración, si esta es grande, uno se considera menos importante en comparación
con lo que se valora porque la valoración es más importante que uno mismo.
El Trabajo es
más importante que uno y por eso hay que encararlo por medio de la valoración.
Hay muchas
parábolas sobre la valoración tal como la del mercader que busca "buenas
perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que
tenia, y la compró", y la parábola del hombre que halla un tesoro escondido
en un campo, "y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra
aquel campo".
Cabe comprender
de estas parábolas lo que significa la valoración y asimismo el significado de
empezar desde el Do Pasivo.
El Trabajo dice
que el hombre debe creer en una mente superior.
Para mi era
evidente en una etapa temprana que este Trabajo, este sistema que estudiamos
todos los dias, provenía de una mente muy por encima de la mente comun, y de
una que poseía un conocimiento mucho más allá del conocimiento humano.
Asi cuando nos
dijeron que era inutil hacer este Trabajo a menos de creer en la existencia de
una Mente Superior, no tuve más dificultades, pues habia llegado ya a la
conclusión que dicho sistema provenía de una Mente Superior —esto es, de la
Humanidad Consciente—.
Ahora bien, si
un hombre siente saber más que el Trabajo, no puede hacer el Trabajo, porque no
puede dar el sonido de la nota Do.
Comenzar desde
la Nota Re, que es la
aplicación del Trabajo a si mismo, convertir Re en Do, es imposible.
Quiero decir,
no lleva a ninguna parte.
Este hombre
empieza desde un lugar equivocado de sí
mismo.
Pone la
valoración de si antes que cualquier otra cosa.
Cree que sabe y
cree que puede hacer.
No ve que nada
sabe o que el conocimiento que posee se contradice, ni tampoco ve que siempre
hace las mismas cosas una y otra vez.
Esto es, no
entiende que su "hacer" resulta simplemente de la mecanicidad.
Imagina estar
plenamente consciente, tener Voluntad, poder hacer, etc.
Habran oído
decir muchas veces que esas ilusiones deben ser destruidas.
¿Cómo?
'Un hombre debe
ver lentamente por sí mismo que
son ilusiones y que hasta ahora paso la vida en una taberna, embriagándose con
sueños sobre su propia persona.
Esto es llamado
el comienzo del despertar del sueño, y dicho despertar va acompañado de un acre
sabor, muy distinto de los sabores de la vida.
Ahora bien, si
una persona no valora, y todo se lo atribuye a si misma, su trabajo no la
llevara a parte alguna, porque, como dije, el hombre parte de un lugar
equivocado en si mismo.
Parte de la
Falsa Personalidad.
Cabe recordar
que lo que es hecho desde la Personalidad lo es por la fuerza de las
circunstancias externas.
Las
circunstancias externas lo hacen actuar.
No es libre.
Esto es, no puede hacer.
Las
circunstancias externas al actuar sobre su maquina provocan su reacción.
Esto no es
hacer en el sentido-Trabajo.
La maquina es
la que hace, no el hombre.
De hecho, no
hay Yo —esto es, no hay
"Yo" Real.
Lo que se llama
"Yo" no es otra cosa que una cambiante coleccion de "yoes"
en la personalidad sobre los que actúan momentáneamente las circunstancias
externas.
Para empezar a hacer, es preciso detener las reacciones de ciertos
"yoes" —esto es, no hacer.
Todo lo que un
hombre puede hacer es
recordarse a si mismo.
Proseguimos —si
hay escasa o ninguna valoración del Trabajo, es imposible empezar desde el
lugar correcto—.
Es una cuestión
práctica, como la de sembrar en el lugar correcto.
Desde luego, la
valoración se acrecienta a medida que Re
y Mi, suenan con más
fuerza.
Pero si un
hombre posee un Centro Magnético la Nota Do
sonará más temprano y con más claridad.
Las cosas se
enfriarán, empero, a menos de regresar constante y mentalmente al Trabajo y
relacionarlo todos los dias con la observacion de si y todo cuanto recuerde y
necesita.
Porque lo que
necesita llegará gradualmente a ser cada vez más distinto.
Retornemos
ahora a la Nota Re —en Re hemos de aprender todo lo que
enseña el Trabajo, aprender el lenguaje del Trabajo y aplicarlo a uno mismo.
Esto exige
mucho tiempo —de hecho, toda la vida—.
Se empieza a
aplicarlo con la observacion de si —y la conciencia de si no se mantiene a no
ser que la propia valoración sea lo bastante fuerte como para dar la necesaria
fuerza emocional que permita todos los dias esforzarse desde la propia
comprension.
Todos
necesitamos trabajar.
Pero no hay que
criticar la manera de trabajar del prójimo.
Si se quiere
criticar, hay que empezar con uno mismo.
No es cuestión
de aprender el lenguaje del Trabajo, sino de aprender el significado.
No se trata de
las palabras sino del significado.
Y la única
manera de aprender el significado es ver por si mismo su verdad — porque todos
estamos abiertos interiormente a la verdad, mientras que exteriormente todos
estamos abiertos a las mentiras— esto es, a la vida.
Toquemos ahora
la Nota Mi.
Aquí se
comprende, en escala cada vez más amplia, la ciudad de uno mismo, de la cual se
creía ser el único habitante, y la Nota Fa
llega a ser posible —pero no como se la concibió.
Y es aquí donde
se aprende a hablar y comprender el lenguaje del Trabajo.
Aquí, por
ejemplo, se sabe que no se puede hacer, y que los otros no pueden hacer, y asi
no se habla más como si uno o los otros pudieran hacer.
Esto establece
una gran diferencia.
Y porque se
sabe y se comprende mejor y ha perdido muchas presunciones, se conoce y se
comprende a los otros y ya no se los juzga.
Al llegar a
esta etapa el Trabajo nos habla internamente, porque hemos aprendido los rudimentos
del lenguaje que habla.
Por eso la Nota
Fa llega a ser posible.
Maurice Nicoll
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